El Cine Comunitario cuenta las historias fuera del formato establecido, invita a construir un relato audiovisual de manera colectiva en la que comunidades, pueblos y personas narren su realidad a partir del lente cinematográfico.
Ati Katari fue parte de Laboratorio de cine y audiovisual comunitario Ojo Semilla edición 2016, él ha llevado el cine comunitario a su comunidad que ahora cuenta sus historias a partir de la producción “#TARPURINA series de cuentos de los pueblos Runas”.
Estos cuentos cinematográficos son los primeros trabajos de Ati que a partir del Ojo Semilla ha encontrado en el audiovisual una alternativa para conservar la memoria historia del Pueblo Kichwa Karanki al que él pertenece.
“TARPURINA es una manera de recuperar la memoria de los abuelos de los pueblos comunidades Runas”, menciona Ati que presenta su opera prima con los cuentos de su pueblo.
Miguel Imbaquingo pertenece al Pueblo Kichwa Kayambi y comenzó su recorrido cinematográfico en su comunidad. Siendo autodidacta empezó a rodar sus primeras producciones con personas de su localidad; tiempo después inició sus estudios en el INCINE de Quito a través de una beca.
Al cursar la carrera de “Producción Audiovisual” ha tenido la oportunidad de rodar varios cortos y largometrajes, principalmente de ficción, aunque reconoce que gusta del Cine Documental.
Cuando terminó sus estudios buscó enfocar su trabajo en la memoria histórica y narrar los relatos de su pueblo. Encontró en el cine comunitario la herramienta necesaria para que producir una película no sea un ejercicio etnográfico sino un trabajo colectivo donde pueda compartir sus conocimientos con más personas.
Miguel menciona también que encontró en el cine comunitario metodologías de educación popular para desarrollar su propio proceso de producción. Dice que es importante deconstruir las lógicas del cine tradicional y que se pueda crear una propia estructura y formas de producción; “Siempre es importante la deconstrucción porque las practicas comunes y tradicionales cambian, mutan y se transforman para crear nuevas estéticas que sean una nueva forma de hacer cine”.
Para Miguel, el cine en Ecuador está ligado a una élite que puede acceder a recursos y conocimientos para hacer películas, generar tendencias y contar historias desde su visión: “el reto del cine comunitario es apropiarse de herramientas técnicas y teóricas; reestructurar, replantear cosas y crear nuevos elementos para mejorar calidad del cine comunitario, construir estética y lógicas de trabajo propias”.
Por eso se ha propuesto teorizar al nuevo cine comunitario, generar nuevas narrativas, herramientas, técnicas y metodologías que den al audiovisual su propio carácter y esencia.
Mira “Día de Paz”, producción de Miguel Imbaquingo, realizada en Colombia. Este video retrata una búsqueda por entender qué es la paz en Colombia.